Alcohol y sexualidad: una combinación que falla


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alcohol y sexualidad

Existe el mito de que el alcohol beneficia nuestra sexualidad porque nos desinhibe, pero no necesariamente ayuda al desarrollo de nuestra respuesta sexual. ¡Sigue leyendo y derribamos juntas ese mito!

A quien no le ha pasado que, después de un par de tragos, siente que en su cuerpo las sensaciones cambian: los nervios se aflojan, las distancias se acortan y creemos sentirnos más libres para disfrutar los placeres de la seducción.

Dicen los expertos, que esto solo puede llegar a ocurrir con un consumo moderado –entre 30 y 60 cm3, lo que equivale a menos de dos copas–, porque de esa manera se convierte en un estimulante del apetito, tranquilizante, sedante y produce sensaciones positivas, facilitando las relaciones interpersonales y el encuentro físico de los cuerpos.

Gracias a estos cambios que experimentamos con los primeros tragos, existe la falsa idea de que el alcohol nos predispone a disfrutar más y mejor de las relaciones sexuales. Sobre todo, en esos primeros encuentros donde su empleo puede ayudarte a traspasar barreras, superar las inseguridades de la timidez e incrementar la autoestima.

Esta es una verdad a medias, porque su consumo en exceso interfiere en la respuesta psíquica y física a la excitación sexual, dificultando las relaciones y, en el caso de los hombres, la capacidad de tener una erección.

Según un estudio de Boston Medical Group, el 71% de los hombres menores de 56 años que consumen alcohol de forma frecuente padece disfunción eréctil o falta de deseo sexual. Y el porcentaje se sitúa en el 62,5% en la franja de edad de entre 18 y 35 años, aun sin tratarse de pacientes que son consumidores habituales. 

Si se ingieren más de dos copas, “se puede dificultar las relaciones interpersonales y, a pesar de que pueda despertar un estímulo erótico alto, el alcohol interfiere en la capacidad de mantener una erección adecuada, provocando por lo tanto trastornos en los mecanismos de la erección, lo que conduce a sufrir disfunción eréctil. De hecho, dicen los expertos que, más de la mitad de los varones menores de 50 años tienen problemas de erección en estado de embriaguez, y la disfunción eréctil puede llegar a ser crónica en el caso de los alcohólicos. 

¡Después de dos tragos! 

A todos conviene conocer las contraindicaciones de una sustancia como el alcohol, que tiene la capacidad de convertir una noche de pasión en un encuentro frustrado. Y es que el alcohol puede tener efectos en nuestra respuesta sexual muy contrarios a los esperados.

El problema se presenta cuando nos excedemos. Cuando bebemos tanto alcohol que al día siguiente no nos acordamos de si disfrutamos o no, y que, en casos más extremos, nos lleve a exponernos a situaciones en las que se ponga en peligro nuestra integridad física o moral (por ejemplo, contagio de enfermedades o haber accedido a tener sexo sin estar seguro de ello). 

¿Por qué el alcohol no es buen amigo del desempeño sexual?

  • El alcohol retarda, distorsiona y enlentece la percepción y respuesta de nuestros sentidos, como reflejos, visión o audición; y, dentro de estas respuestas, también se encuentra la respuesta sexual. 
  • Inhibe partes específicas de nuestro sistema nervioso central, que es el encargado de transformar los estímulos sexuales que recibimos del entorno en excitación y favorece que se alcance el orgasmo. 
  • Acostumbrarse a tener relaciones bajo los efectos del alcohol puede generar dependencia y que acabe siendo necesario para poder abandonarse y dejarse llevar en el terreno sexual.

En los hombres esto se traduce en:

    • Dificultades para mantener la erección debido a una disminución de riego sanguíneo en el pene, generando ansiedad y miedo, que puede desembocar en una disfunción eréctil en el futuro.
    • Dificultad para la penetración y el coito. Si no se produce una correcta comunicación entre los estímulos, el cerebro y el sistema circulatorio; se entorpece la llegada de la sangre al pene.
    • Retraso en la eyaculación, para llegar al orgasmo. El efecto anestésico del alcohol reduce la sensación de placer y dificulta el orgasmo, afectando seriamente la calidad del encuentro.
    • Te expones a generar un círculo vicioso –el hombre toma unas copas para desinhibirse e incrementar su autoestima y ese consumo de alcohol afecta luego a la calidad de su erección– que lleve al desarrollo permanente de impotencia, porque incrementa la preocupación de la persona por saber si tendrá o no una erección. 

Y en las mujeres:

    • El exceso de alcohol puede disminuir la lubricación en la vagina, debido a la falta de riego en la zona y a la deshidratación que produce el alcohol. En este caso, el gel íntimo de Zenzsual, puede ayudar a hidratar y lubricar tus genitales durante la relación sexual.
    • El alcohol en exceso también puede retrasar el orgasmo o que se sienta con menor intensidad. Su efecto sedante hace que disminuya la capacidad de percibir las sensaciones placenteras y que se altere nuestra capacidad para excitarnos.

Ya sabes que el abuso del alcohol tiene un impacto muy negativo en la salud sexual de hombres y mujeres. Entorpece la reacción de nuestros sentidos, también la respuesta sexual. Si te mantienes con este estilo de vida tendrás consecuencias negativas en el correcto funcionamiento de otros órganos, y en el caso de los hombres, la disfunción eréctil es el primer síntoma de otras enfermedades, como la hipertensión o problemas cardiovasculares.

¡Entonces! ¿Quedan prohibidas las copas antes de la intimidad?

Aquí hablamos de que el exceso de alcohol puede bloquear tu capacidad para excitarte y sentir orgasmos. El alcohol por sí solo no representa peligro. El problema es el exceso. 

Un consumo moderado puede ayudar a disfrutar del juego sexual porque nos relaja y hace que nos sintamos más confiados y seguros en la cama. El alcohol en su justa medida puede ser un complemento ocasional, pero nunca el medio determinante para gozar del sexo. 

Y si necesitas más estímulos para dejarte llevar, busca otros mecanismos más saludables para encontrar el placer. Aquí te dejamos algunas opciones:

  • Saca provecho del calentamiento previo. Dedícate el tiempo que sea necesario para recorrer tu cuerpo y el de tu pareja, estimulando cada rincón. 
  • Descansa lo suficiente y guarda energías. Cuando estás cansado, estresado, somnoliento, muchas veces quieres acelerar el proceso y la relación sexual se reduce a la penetración, dándole menos tiempo a tu cuerpo a que se active con la respuesta sexual natural.
  • Aliméntate con moderación. Si vienes de una cena abundante previo al encuentro, en la cual te excedes con la comida, los postres y las bebidas, tu cuerpo estará concentrando en la digestión y la respuesta sexual puede verse retrasada.
  • Estimula tus 5 sentidos para maximizar la respuesta sexual: en el juego previo puedes apelar a la estimulación a través de los olores, los sabores, las imágenes excitantes, las cuales pueden ayudar. Un aroma sensual, una película erótica, tu sabor preferido, esa canción que te fascina y te evoca recuerdos.
  • ¡Mantén tu libido a tono! Si sientes que tu deseo ha mermado y que desde hace tiempo no tienes ganas, aunque llevas una vida equilibrada, tienes una buena relación de pareja, te alimentas bien y haces ejercicio regularmente. 
  • Puedes probar con LibiZenzs (para ellas o para ellos), pues se trata de un suplemento nutricional dirigido a equilibrar las hormonas responsables del deseo, aumentar tu sensación de bienestar, energía y vitalidad hasta el final del día, a partir de una fórmula compuesta por ingredientes naturales, extractos de plantas y Zinc, que también fortalece tu sistema inmunológico.

Si nada de esto funciona y sientas que no logras dejar el alcohol a un lado para tener una relación sexual satisfactoria, te recomendamos conversarlo con un profesional, en una sesión de #SexCoaching, que puedes pedir en nuestra tienda online: www.TuSaludIntima.com

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