La menopausia puede dejar de ser un trauma
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El camino hacia la vejez, con la visión de lo desconocido por delante, ha constituido el proceso patológico más lentamente destructivo al que el ser humano se ha enfrentado. Muchas de mis pacientes me manifiestan su gran temor envejecer incluso antes de llegar los 30 años, y a medida que se acerca la menopausia, algunas dan por sentado que verán menguar sus facultades físicas, sexuales y psíquicas.
La autoimagen se hace más vulnerable al envejecer y desgraciadamente la naturaleza humana percibe una débil autoimagen como aberrante, asociando envejecimiento con debilidad. La mujer comienza a sentirse vulnerable al verse enfrentada a la amenaza de un deterioro físico y mental, a la disminución del respeto ajeno y a la necesidad estresante de defenderse en nuestro mundo competitivo para conservar el estatus profesional, afectivo y social.
Con el aumento de la longevidad, esta etapa se ha prolongado hasta alcanzar los 25 años de duración media, de ahí la importancia de asegurar una buena calidad de vida. Obesidad y osteoporosis, con sus consiguientes riesgos derivados de un estilo de vida no saludable (hipertensión, diabetes, dolores osteomusculares y fracturas) se convierten en los principales enemigos de la salud en la menopausia.
Además, debido a la disminución de los estrógenos, comienzan a aparecer muchas veces los “calorones” o “bochornos” característicos de la menopausia, la piel de la mujer se va volviendo flácida, aparecen arrugas, manchas, bolsas en los ojos e incluso puede haber un aumento de el diámetro abdominal. Así como se ve afectada la piel del rostro los genitales femeninos también se ven afectados, con la consiguiente aparición de flacidez y sequedad vaginal, lo cual se traduce en pérdida del tono y disminución de la lubricación vaginal que normalmente debería ocurrir durante la excitación sexual. Condiciones físicas que se suman y generan angustia y depresión en muchas mujer por lo general a partir de los 45 – 50 años al desconocer las alternativas que tienen para prevenir y tratar estos cambios.
Por suerte, los paradigmas van cambiando y actualmente la menopausia ya no tiene que ser vista y vivida como un periodo de agotamiento o como el fin de la vida, sino como el inicio de una serie de cambios hormonales que establecen un nuevo orden biológico. El envejecimiento es un proceso biológico que demanda retrasar sus efectos a través de una dieta equilibrada, ejercicio moderado y aporte vitamínico, de oligoelementos y hormonal, evitando factores de desgaste como una excesiva exposición al sol, consumo excesivo de grasas saturadas, alcohol y tabaco.
Por suerte hoy día existen herramientas de la medicina estética y antienvejecimiento que nos pueden ayudar a revertir los signos físicos y emocionales de la menopausia con el objetivo de mejorar la autoestima al prevenir, recuperar y/o mantener una salud prolongada, entre los cuales destacan:
- Cambios en el estilo de vida: dieta sana y balanceada, actividad física, entrenamientos personalizados usando un protocolos terapéuticos de alta intensidad para prevenir y tratar la osteoporosis, e incluso está comprobado que ayudan a disminuir los “calorones” y mejoran la forma corporal (incluyendo los musculos del piso pélvico).
- Suplementación hormonal (en caso de estar indicada) y nutricional con vitaminas, oligoelementos y antioxidantes, ayudando esto a mantener un peso saludable, a mejorar la lubricación vaginal, la libido y el tono e hidratación de la piel y músculos.
- Tratamiento preventivo y curativo de las alteraciones estéticas que comúnmente acompañan a la menopausia: hidrataciones cutáneas periódicas para la resequedad de la piel, prevención y tratamiento de manchas solares y seniles a través de tratamientos cosméticos no invasivos o mínimamente invasivos como el scrub o peeling ultrasónico y el dermapen o microagujas para el tratamiento de las pequeñas arruguitas y ayudar a cerrar los poros de la piel de el rostro, y pos supuesto el Ultherapy (Ultrasonidos microfocalizados de anta intensidad) para tratar la flacidez facial, levantar los párpados caídos.
Definitivamente no podemos detener el paso del tiempo, sin embargo, si podemos retrasar la aparición e incluso revertir algunos de sus signos físicos, disfrutar de una salud prolongada y de una vida plena.
Una de nuestras misiones con Zenzsual es educar a la mujer desde edades tempranas de la vida para que pueda llegar a la vejez en mejores condiciones físicas, espirituales y mentales, con una buena calidad de vida, enseñándola a comprender la menopausia como un proceso más de nuestra evolución como mujeres y no como el fin de nuestra vida física, sexual y espiritual.
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