¿Cuáles son tus excusas para no tener sexo? ¿Se acabó el deseo?


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 ¿Cuáles son tus excusas para no tener sexo? ¿Se acabó el deseo?

¿Problemas con la líbido? De pronto esto se te hacen familiares frases como: “tengo dolor de cabeza”, “se van a despertar los niños”, “debo arreglar la cocina”, “estoy cansada, mejor mañana” o “tengo que terminar este trabajo urgente”. Sin importar cuál haya sido la tuya en algún momento de la vida, la falta de deseo sexual se da así y suele poner excusas para evitar las relaciones sexuales, puede afectar a ambos sexos y ocasionar incluso un sentimiento de culpa. Deja de sabotear tu relación y busquemos juntas la mejor solución.

La definición es muy simple, la falta de deseo sexual hace referencia al bajo nivel de interés en tener relaciones sexuales y ser incapaz de responder a la voluntad o deseo de tu pareja de tenerlas. La falta de “apetito” sexual es más común de lo que parece, aunque poco se hable al respecto; y es que te entendemos, seguramente, más de una vez has evitado irte a dormir con tu pareja al mismo tiempo para evadir ese incómodo encuentro o habrás utilizado una de las excusas que mencionamos al inicio para salir bien librada del tema.

También sabemos que detrás de estas acciones que tomas para salir de apuros, hay un sentimiento de culpa y tristeza porque no sabes la razón de esa pérdida de interés y comienzas a cuestionar el amor que sientes por tu pareja, ¡no te asustes! Este sentimiento es completamente normal, de hecho, si lo miramos desde el otro lado de la balanza, tu pareja también puede percibir tu rechazo como falta de amor, porque es su forma de interpretarlo, “si ya no me desea, es porque no me ama”. 

Pero, ¿sabías que esa baja en el deseo puede tener origen en la pérdida de novedad al entrar en una etapa de monotonía sexual en la que no le encuentras una salida a la rutina? Sexualidad y sensualidad son dos aspectos inherentes del hecho sexual humano y están presentes a lo largo de toda nuestra vida, y particularmente, los deseos sexuales de las mujeres fluctúan naturalmente a lo largo de los años y coinciden con el comienzo o fin de una relación, cambios drásticos en su vida, cambios hormonales, uso de pastillas anticonceptivas, embarazos, menopausia, medicamentos o alguna enfermedad. La líbido funciona diferente en hombres y mujeres; nosotras no estamos naturalmente entrenadas para avivar o cultivar nuestro deseo sexual y por esta razón, a lo largo de la vida ese deseo comienza a disminuir y por eso debemos aprender a estimularla porque existen muchas formas y herramientas para hacerlo y que podrás ir descubriendo a lo largo de este artículo.

 

Causas de la falta de deseo sexual

Causas psicológicas, emocionales y de estilo de vida
Sí, tu estado de ánimo también tiene mucho que ver con tu deseo sexual y algunas de estas causas son:

  • Estrés.
  • Baja autoestima.
  • Experiencias negativas anteriores.
  • Antecedentes de maltrato físico o abuso sexual y no sexual.
  • Creencias limitantes con respecto al sexo.
  • Alteraciones en tu salud mental como depresión o ansiedad.

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Causas físicas
Cuando asociamos las causas a cambios físicos nos referimos a:

  • Dolor durante las relaciones sexuales: el dolor puede disminuir drásticamente el deseo sexual. Como siempre te lo decimos, las relaciones sexuales no tienen por qué ser dolorosas, de ser así, algo estás haciendo mal. Para evitarlo, tienes dos caminos que juntos son un éxito rotundo, los juegos previos y una buena lubricación. Lo ideal es que tu lubricante esté hecho a base de agua, que no contenga hormonas, perfumes ni parabenos, y sobre todo, que tenga el pH adecuado para tu zona V que es un pH muy especial, siendo el Gel íntimo con Ácido Hialurónico una excelente herramienta para mantenerte lubricada mientras cuidas y rehidratas esta zona.
  • Falta de orgasmos: si tu problema es que a tu vida le hacen falta más orgasmos o que no logras llegar a ellos y te preocupa que generalmente la respuesta sexual con cualquier persona concluye de esta forma, te recomendamos el Masterclass: “Los secretos del orgasmo femenino” será la guía confiable porque conocerás los errores más comunes que sabotean tu placer, comenzarás a disfrutar más y a fingir menos y aprenderás a entrenar tu vagina para tener mejores orgasmos.
  • Enfermedades o condiciones no necesariamente sexuales: pueden afectar tu deseo sexual, por ejemplo problemas hormonales, ovario poliquístico, la tiroides, el síndrome metabólico, la diabetes, la endometriosis, la artritis, presión arterial alta, enfermedades de las arterias coronarias y enfermedades neurológicas o el cáncer.
  • Medicamentos: algunos de los medicamentos que nos recetan, en especial ciertos antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) e incluso algunos antialérgicos, tienden a disminuir de forma directa el deseo sexual.
  • Estilo de vida: ¿una copa de vino? ¡Bienvenida siempre! ¿Convertir una noche de tragos y excesos en tu estilo de vida? El exceso de alcohol puede afectar tu desempeño y deseo sexual; lo mismo sucede con el cigarrillo, fumar disminuye el flujo sanguíneo lo que puede disminuir también la excitación. Procura llevar hábitos de vida y alimenticios más sanos como dormir bien, hacer ejercicio y alimentarte de una forma más consciente para que este no sea tu caso.
  • Cirugías: cirugías del área ginecológica como la episiotomía, la cesárea, cirugía de útero o cualquier otra en la zona pélvica puede afectar la líbido y provocar incluso un desorden hormonal; esto ocurre normalmente cuando hay una extracción del útero y ovarios. Y para las fanáticas de las cirugías plásticas, algunas de ellas, especialmente las del aparato genital, pueden afectar la función y el deseo sexual, así que piénsalo dos veces.

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Causas hormonales
Los cambios que experimentamos a nivel hormonal pueden alterar nuestro deseo sexual, estos son:

  • Menopausia: la disminución de estrógenos, y ante todo de la testosterona, que observamos al entrar en la menopausia, puede hacer que exista menos interés en el sexo, los tejidos vaginales se sequen y, como consecuencia, las relaciones sexuales sean dolorosas. En esta etapa el LibiZenzs Women, junto al Gel íntimo Femenino con Ácido Hialurónico también serán tus grandes aliados ya que el primero te ayudará a recuperar esas ganas gracias a su combinación de productos naturales que elevan la producción de testosterona (la hormona responsable del deseo y la excitación); y el segundo, le pondrá fin a la resequedad vaginal, y por ende al dolor, fundamental para que te sientas tranquila y plena.  
  • Embarazo y lactancia: más y más cambios hormonales son los que experimentas durante y después de tener un bebé, pero no sólo estos afectan tu salud íntima, la fatiga, cambios de la forma en que te ves, la presión de ser una buena mamá, etc, también pueden hacer que veas de una forma diferente las relaciones sexuales.

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En cualquiera de estas dos etapas, el Gel íntimo Femenino con Ácido Hialurónico también será tu gran aliado ya que podrás combatir la resequedad vaginal producto de la menopausia, la lactancia, el estrés, las preocupaciones, los anticonceptivos, antialérgicos, antidepresivos, etc, que afectan la hidratación de tu vagina y hacen de tus encuentros íntimos una tragedia.

¿La edad puede afectar la pérdida del deseo sexual?
El deseo sexual no desaparece pero sí disminuye con la edad cuando no abordamos  las causas de carácter hormonal que mencionamos anteriormente, principalmente la menopausia, lo que sí debemos tener claro es que una mujer en edad adulta, tiene los mismos derechos sexuales que cualquier otra y lo más saludable es que mantengan su líbido y placer a tope o al límite de sus posibilidades.

Siendo así, la mayoría de los adultos mayores permanecen sexualmente activos y su interés por el sexo no se esfuma con los años, simplemente asumen un proceso de adaptación en caso de que atraviesen por determinados factores biológico, limitaciones físicas y efectos de enfermedades o medicamentos. Sus condiciones mejoran a través de la imaginación, la estimulación sensorial y otras ayudas del entorno que incrementan la receptividad al encuentro y por ende, al placer.

¿Qué hacer ante una pérdida de deseo sexual?
La primer tarea que tienes es consultar con tu médico, así podrás averiguar si se trata de una causa física u hormonal e iniciar el tratamiento específico, y si por el contrario, tu pérdida de líbido está asociada a factores psicológicos o emocionales puedes buscar la raíz de esa baja de deseo que por lo general está en la pérdida de novedad, cansancio físico o laboral, poco tiempo, responsabilidades con tus hijos o la casa, etc.

Comienza por hablar de forma sincera con tu pareja, si llevan mucho tiempo juntos o han pasado una vida entera acompañados, la comunicación es uno de los canales más importantes para provocar cambios positivos en tu vida, hará que estés menos apática y predispuesta, y comenzarás a disfrutar de nuevo lo bueno de la vida; recuerda que el juego, el erotismo y distintas prácticas que puedes añadir a tus relaciones también ayudarán a encender de nuevo la chispa, incluso, a veces la novedad debes buscarla también fuera de la cama, conecta con tu pareja en otros ambientes y mediante otro tipos de estímulos, una cena, ir a cine o hacer un viaje son excelentes alternativas.

Por otro lado, no tienes que cumplir con una definición médica para buscar ayuda, si te molesta (a ti o a tu pareja) el bajo deseo sexual y no te apetece nada de lo que antes era irresistible, puedes darle una ayudita a tu cuerpo con LibiZenzs Women Energizante, la líbido y la energía también necesita un empujoncito, LibiZenzs de Zenzsual te ayudará a recuperar esas ganas gracias a su combinación de productos naturales que elevan la producción natural de testosterona, sí, la hormona encargada del deseo y excitación sexual en hombres y mujeres. ¡Ojo! No es una pastilla milagrosa, pero con una toma continua notarás sus beneficios en tu desempeño, energía y sensación de bienestar.

Como reflexión final, no esperes a que la sexualidad y el deseo funcione solo como ocurre en los primeros inicios de la relación donde las hormonas, la novedad y el enamoramiento lo resuelven todo; considera que cierta disminución en la frecuencia sexual en una pareja estable es completamente normal y no siempre tiene que ser negativa porque puede deberse a muchas razones, y a veces con el tiempo, eliges también vivir la relación de otras formas.

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