Cómo redescubrir y reinventar tu sexualidad en la maternidad


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¿Te has preguntado cómo puedes ser una buena madre y una buena amante al mismo tiempo? ¿Sientes que la maternidad ha afectado tu sexualidad de alguna manera? ¿Te gustaría reconciliar tu rol de madre con tu rol de amante y disfrutar de una sexualidad plena y feliz?

Si tu respuesta es sí, este artículo es para ti. Te daremos algunos consejos prácticos y efectivos para que puedas vivir tu maternidad sin renunciar a tu sexualidad.

Pero antes de entrar en materia, vamos a definir qué entendemos por ser madre y ser amante. Ser madre es asumir la responsabilidad de cuidar, educar y proteger a tus hijos, brindándoles amor, atención y apoyo incondicional. Ser amante es expresar tu erotismo, tu pasión y tu deseo hacia tu pareja, brindándole placer, diversión y conexión emocional.

Ambos roles son importantes y fundamentales para el bienestar emocional de la mujer, pero a veces pueden entrar en conflicto o generar dificultades. Por eso, en este artículo te vamos a mostrar cómo puedes:

  • Reconocer y aceptar los cambios que la maternidad implica en tu sexualidad.
  • Cómo crear espacios y momentos para el sexo sin descuidar la maternidad.
  • Explorar y experimentar tu sexualidad sin temor ni culpa.

¿Estás lista para reconciliar tu rol de madre con tu rol de amante? ¡Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo!

 


Reconoce y acepta tus cambios

Uno de los primeros pasos para reconciliar tu rol de madre con tu rol de amante es reconocer y aceptar los cambios que la maternidad implica en tu sexualidad. Estos cambios pueden ser de diferentes tipos: físicos, emocionales y sociales.

Los cambios físicos se refieren a las transformaciones que experimenta tu cuerpo durante y después del embarazo, como el aumento o la pérdida de peso, las estrías, las cicatrices, la flacidez, la sequedad vaginal, el dolor durante el sexo, etc. Estos cambios pueden afectar tu autoimagen y tu autoestima, haciéndote sentir menos atractiva o deseable.

Los cambios emocionales se refieren a las alteraciones que experimenta tu estado de ánimo debido a las fluctuaciones hormonales, el cansancio, el estrés, la ansiedad, la situación postparto, etc. Estos cambios pueden afectar tu libido y tu disposición para el sexo, haciéndote sentir menos interesada o motivada.

Los cambios sociales se refieren a las modificaciones que experimenta tu entorno debido a la llegada de un nuevo miembro a la familia, como la falta de intimidad, la interrupción de los hijos, la presión de las responsabilidades, las expectativas de la pareja o de la sociedad, etc. Estos cambios pueden afectar tu comunicación y tu relación con tu pareja, haciéndote sentir menos conectada o satisfecha.

Todos estas variabilidades son normales y comprensibles, pero no tienen por qué ser permanentes ni determinantes. Lo importante es que las reconozcas y  aceptes sin negarlas ni rechazarlas. Para ello, puedes hacer lo siguiente:


  • Habla con tu pareja sobre cómo te sientes y qué necesitas. Exprésale tus miedos, tus dudas, tus deseos y tus límites. Escucha también lo que él te dice y trata de entender su punto de vista. Busca soluciones conjuntas que los beneficien a ambos.

  • Habla con otras madres sobre sus experiencias y sus consejos. Comparte con ellas tus vivencias y tus emociones. Aprende de sus aciertos y sus errores. Encuentra apoyo y comprensión en mujeres que han pasado por lo mismo que tú.

  • Habla con un profesional si lo necesitas. Si sientes que los cambios son demasiado intensos o duraderos, o si te provocan malestar o sufrimiento, no dudes en consultar con un médico, un psicólogo o un sexólogo. Ellos te pueden ayudar a identificar y tratar posibles problemas físicos o psicológicos que afecten tu sexualidad.

  • Reconocer y aceptar los cambios que la maternidad implica en tu sexualidad tiene muchos beneficios. Te permite tener una mayor confianza, seguridad, autoestima y apertura sexual. Te permite disfrutar más de tu cuerpo y de tu placer. Te permite vivir tu sexualidad sin culpa ni vergüenza. Te permite ser una mejor madre y una mejor amante.

¿Por qué es difícil conciliar la maternidad y la sexualidad?

Muchas mujeres se preguntan por qué es tan difícil conciliar la maternidad y la sexualidad, dos aspectos fundamentales de su vida. La respuesta no es sencilla, ya que hay muchos factores que pueden influir en este equilibrio.

Algunos de los principales obstáculos que se presentan a la hora de compaginar ambos roles son:


  • El cansancio: la maternidad implica un gran desgaste físico y mental, que puede dejar poco espacio para el sexo. El cuidado de los hijos, las tareas domésticas, el trabajo y otras obligaciones pueden agotar la energía y el ánimo de las madres.
  • El estrés: la maternidad trae un gran nivel de exigencia y responsabilidad, que puede generar ansiedad y tensión. La presión por cumplir con las expectativas propias y ajenas, los problemas cotidianos, las preocupaciones y los miedos pueden afectar la relajación y el disfrute de las madres.
  • La falta de tiempo: la maternidad implica una mayor ocupación y dedicación, que puede reducir las oportunidades para el sexo. La atención a los hijos, las actividades familiares, los compromisos sociales y personales pueden restar tiempo y disponibilidad para las madres.
  • La rutina: la maternidad conlleva una mayor estabilidad y previsibilidad, que puede disminuir la pasión y el interés por el sexo. La repetición de las mismas actividades, horarios, lugares y formas de relacionarse puede provocar aburrimiento y monotonía en las madres.
  • Las exigencias sociales: la maternidad lleva una mayor exposición y evaluación por parte de la sociedad, que puede condicionar la sexualidad. Los estereotipos, los prejuicios, las normas y los tabúes sobre cómo debe ser una madre y cómo debe ser una amante pueden influir en la conducta y la actitud de las madres.
  • Los cambios hormonales: la maternidad implica una alteración en el funcionamiento del organismo, que puede modificar la sexualidad. Los niveles de estrógeno, progesterona, oxitocina y otras sustancias pueden variar durante el embarazo, el posparto, la lactancia y la menopausia, afectando el deseo, la excitación y el orgasmo de las madres.

Todos estos obstáculos pueden generar sentimientos de culpa, frustración, inseguridad o conflicto en algunas mujeres al intentar ser buenas madres y buenas amantes al mismo tiempo. Algunas mujeres pueden sentir que tienen que elegir entre uno u otro rol, o que tienen que sacrificar o renunciar a alguno de ellos. Otras mujeres pueden sentir que no están a la altura de ninguno de los dos roles, o que no son capaces de satisfacer las necesidades o demandas de su pareja o de sus hijos.

Sin embargo, no hay una fórmula mágica ni única para resolver este dilema. Cada mujer debe encontrar su propio equilibrio según sus circunstancias, preferencias y necesidades. Lo importante es que no te compares con otras mujeres ni te juzgue a tí misma. La idea es que siempre trabajes en tu felicidad y bienestar como mujer.



Cómo reconciliar tu rol de madre con tu rol de amante: 10 consejos prácticos

Si quieres reconciliar tu rol de madre con tu rol de amante y disfrutar de una sexualidad plena y feliz, te damos 10 consejos prácticos que te pueden ayudar:


  • Prioriza tu sexualidad: no la dejes para el final del día, cuando estás cansada y sin ganas. Busca momentos en los que te sientas más activa y receptiva. Dedica tiempo y atención a tu sexualidad, como lo haces con otras áreas de tu vida. Haz del sexo una prioridad, no una obligación o un premio.

  • Comunícate con tu pareja: exprésale lo que sientes, lo que quieres y lo que necesitas. Escucha también lo que él te dice y trata de entenderlo. No des por hecho nada ni te quedes con dudas. Habla con él sobre tus cambios, tus dificultades, tus fantasías y tus propuestas. Busca un espacio y un momento adecuados para tener una conversación sincera y abierta.

  • Sé flexible y creativa: no te encasilles en una sola forma de vivir tu sexualidad. Adáptate a las circunstancias y busca alternativas. No te limites al coito ni al dormitorio. Explora otras zonas erógenas, otras prácticas sexuales, otros lugares o momentos. Usa tu imaginación y sorprende a tu pareja con algo nuevo y diferente.

  • Cuida tu cuerpo y tu mente: no te descuides ni te abandones. Aliméntate bien, haz ejercicio, duerme lo suficiente, relájate y diviértete. Mímate y mima a tu pareja. Vístete con ropa que te haga sentir cómoda y sexy. Usa algún perfume o accesorio que te guste. Haz algo que te haga sentir bien contigo misma y con tu sexualidad.

  • Planificar citas con tu pareja. No tiene que ser algo formal o costoso, sino simplemente reservar un tiempo para estar juntos, sin interrupciones ni distracciones. Puede ser una cena romántica en casa, una salida al cine, un paseo por el parque o lo que más les guste. Lo importante es que se dediquen atención y cariño mutuamente.

  • Aprovechar las oportunidades. A veces no hace falta esperar a tener una cita para tener sexo. Se pueden aprovechar los momentos en que los hijos están en el colegio, en casa de un amigo o de un familiar, o simplemente dormidos. También se pueden buscar momentos de intimidad en el día a día, como un beso apasionado en la cocina, una caricia en el sofá o un abrazo en la cama.

  • Buscar lugares alternativos. Si el dormitorio se ha convertido en un lugar rutinario o aburrido para el sexo, se pueden explorar otras opciones dentro o fuera de la casa. Por ejemplo, el baño, la sala, un hotel o hasta un lugar al aire libre. Lo importante es que sea un lugar seguro, cómodo y discreto.

  • La sexualidad no se limita al coito vaginal. Hay otras formas de expresar el amor y el deseo, como las caricias, los besos, los masajes, el sexo oral o manual, etc. Estas prácticas pueden ser muy placenteras y ayudar a mantener la conexión y la pasión con la pareja.

  • Infórmate. La información es poder. En nuestros blogs siempre compartimos contenido sobre sexualidad femenina. Conoce tu cuerpo, tus ciclos, tus zonas erógenas y tus respuestas sexuales. Aprende sobre los cambios que se producen durante el embarazo, el parto y el puerperio y cómo pueden afectar tu sexualidad. Consulta con tu médico o ginecólogo cualquier duda o inquietud que tengas sobre tu salud sexual y reproductiva.

  • Atrévete a probar cosas nuevas. La sexualidad es diversa y creativa. No te limites a lo que ya conoces o a lo que se supone que debes hacer.

No se trata solo de sexo, sino también de afecto, intimidad, placer y bienestar. La sexualidad no desaparece en la vida de las madres, sino que se transforma y se adapta a los cambios físicos, emocionales y sociales que se producen en esta etapa.


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Es necesario crear espacios para el sexo sin descuidar la maternidad. Esto implica aprovechar las oportunidades cuando los hijos duermen, cuando están al cuidado de otra persona, cuando están en la escuela, etc.

Todo tiene su tiempo, y es perfectamente posible disfrutar de la sexualidad durante la maternidad, siempre y cuando estés preparada. ¿Cómo aprovechar estas oportunidades?

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Conclusión


La maternidad es una experiencia maravillosa que cambia la vida de las mujeres en muchos aspectos. Sin embargo, también puede suponer un reto para la sexualidad femenina, ya que implica cambios físicos, emocionales, hormonales y sociales que pueden afectar el deseo, la satisfacción y la frecuencia de las relaciones sexuales.

Muchas mujeres sienten que su sexualidad se ve relegada o limitada por la maternidad, ya sea por el cansancio, la falta de tiempo, la rutina, el estrés, los cambios corporales o las dificultades para conciliar el rol de madre con el de amante. Sin embargo, la maternidad también implica una oportunidad de redescubrir y reinventar la sexualidad, de conocer nuevas sensaciones, fantasías, deseos, prácticas o juguetes sexuales que pueden enriquecer la vida íntima de las mujeres y sus parejas.


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