Manual para sobrevivir al síndrome premenstrual

La odié la primera vez que la sentí cuando aún me consideraba una niña, detesté todo lo que mi cuerpo sintió a partir de ese momento y cada 28 días, me costó empatizar con ella, pero al final me hice amiga de mi menstruación.

Crecimos escuchando que la menstruación era una enfermedad, y por todos los cambios y sensaciones que comenzó a experimentar nuestro cuerpo en cada ciclo, así lo creímos. Sabemos que los cólicos y otros síntomas premenstruales pueden ser incómodos y dolorosos, pero lo cierto es que son completamente normales, hacen parte de un proceso natural. 

Durante la menstruación nuestro útero se contrae haciendo que el tejido que lo recubre, llamado endometrio, se desprenda y salga de nuestro cuerpo a través de la vagina y en forma de sangre. La mayoría de las mujeres sufrimos cólicos cuando nos llega el periodo menstrual, un dolor punzante que nos hace sentir que el mundo se nos viene encima y la única solución que creemos tener es quedarnos en cama y echarnos a la pena. ¿Por qué pasa esto? La causa suele ser el exceso de prostaglandinas, que son esos productos químicos que expulsa el útero, éstas hacen que los músculos alrededor se contraigan y relajen para que puedan salir, provocando esos calambres y dolores que normalmente comenzamos a sentir incluso unos días antes del periodo. Pero este dolor no solo tiene su razón de ser en un proceso físico natural, también tiene un componente emocional y es que la ansiedad por la menstruación también contribuye al dolor. Increíble, ¿no?

Pero ahí no termina todo, lo peor es que los cólicos no vienen solos, pueden venir acompañados de otros síntomas como:

• Senos inflamados y adoloridos.
• Dolor de cabeza y/o articulaciones.
• Cambios de humor e irritabilidad, en ocasiones puedes llorar o estar triste sin razón.
• Fatiga.
• Acné.
• Aumento de peso.
• “Mal olor” producto de la sensibilidad de estos días que ataca principalmente el olfato, y nos hace pensar que cualquier persona a nuestro alrededor puede percibir que tenemos el periodo
• Irritación, ardor o picazón de la vulva como consecuencia del uso de productos como las toallas higiénicas y del pH alcalino de la sangre cuando la vagina normalmente es ácida.
• Y esa leve diarrea que nos dice a gritos ¡sííí! ¡Estás en tus días!
  
  

Suponemos que ya te ha pasado, y aquí como dato curioso y haciendo un paréntesis, ¿sabes por qué sucede? ¡Te lo contamos! Nuestras heces son más blandas y se eliminan con más frecuencia durante la menstruación, pero vuelven a ponerse firmes una vez termina nuestro período, porque el sistema digestivo y el proceso de tránsito intestinal está bastante relacionado con las hormonas femeninas.

Volviendo al tema central, es importante que sepas 2 cosas, reconocer cuándo un cólico menstrual no es normal, y cómo puedes controlar y disminuir esos molestos síntomas.

¿Cuándo deja de ser normal un cólico menstrual?

Los cólicos son una parte normal del síndrome premenstrual y de la menstruación en sí, pero cuando el dolor es tan fuerte que se te dificulta hacer tus actividades del día a día como ir a estudiar o trabajar (que sea un dolor incapacitante), hacer ejercicio o tareas sencillas en casa, es mejor consultar con tu ginecólogo (a), él o ella pueden ayudarte a encontrar formas de manejar ese terrible dolor y por supuesto descartarán que ese dolor pueda estar asociado a algo más como:

• Una enfermedad pélvica inflamatoria que es una infección en tus órganos reproductivos.
• Endometriosis, una condición médica que se da cuando el tejido que cubre y protege el útero crece fuera de él.
• Adenomiosis, cuando al contrario de la anterior, el tejido que recubre el útero crece dentro de su pared muscular.
• Fibromas, tumores no cancerígenos que pueden crecer dentro del útero, en sus paredes o fuera de él.

Los cólicos causados por cualquier de estas condiciones deben ser manejados directamente con tu médico.

¿Cómo mejorar los síntomas del síndrome premenstrual?

Para esos síntomas físicos y emocionales que sientes antes y durante el periodo menstrual puedes probar con esto:

• Haz ejercicio aeróbico como caminar, correr, montar bicicleta, nadar o cualquier actividad que aumente tu frecuencia cardiaca. Incluye también ejercicio de respiración, meditación o yoga. Practícalo por lo menos 30 minutos al día la mayoría de días que puedas a la semana.
• Duerme y descansa lo suficiente, una buena rutina de sueño puede ayudarte a bajar los niveles de estrés, fatiga y cambios en tu estado de ánimo.
• Lleva una alimentación balanceada que incluya frutas, verduras, granos y yogurt. Reduce el consumo de azúcar, sal, grasas, cafeína y alcohol.
• Para reducir la irritabilidad de la vulva, utiliza toallas íntimas o higiénicas de algodón, también puedes recurrir al uso de tampón o copa menstrual.
• El calor húmedo aplicado en la zona abdominal también puede ser beneficioso.
• Y una infusión de anís estrellado no está de más para calmar el dolor.

Y por supuesto, nuestros complementos recomendados para hacerte la vida más fácil:

• Menstrual Zen, la mejor herramienta para reducir los síntomas del síndrome premenstrual y periodo menstrual como tal, esos días que parecen interminables y en los que parece que perdieras el control de tu cuerpo y emociones. Gracias a sus principios activos naturales, vitaminas y oligoelementos  puede ayudarte a mejorar los cambios de humor, disminuir la inflamación y retención de líquido, aliviar los terribles cólicos menstruales y también los dolores de cabeza.
• Espuma Limpiadora Femenina con extracto de arándanos orgánico, un producto ideal para limpiar tus genitales, mantenerlos hidratados, con un pH equilibrado, y demasiado  importante en este momento del mes, perfecto para eliminar los malos olores.
• Gel Hidratante Femenino, aplicar un poquito de este producto por fuera hasta su completa absorción y un poco más por dentro, también puede ayudarte a evitar el mal olor, además de mantener tu flora vaginal normal.

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